Navigli es un barrio de Milán constituido por los canales y lugares más encantadores y emblemáticos. Es el lugar más alternativo de la ciudad, siendo especialmente más hermosa durante la noche.
Puede sonar un poco extraño el tema de los canales en Milán, sobre todo por no contar con mar ni ríos navegables. Sin embargo, los urbanistas antiguos se encargaron de diseñar unos canales capacitados para ser más o menos transitados por barcos.
Desde finales del siglo XII se conocen registros de tal desarrollo urbano. Sus canales han servido para transportar las piedras con las que se levantó la Catedral de Milán. Así como entre otros menesteres de la época. Llegó a tener más de 90 kilómetros de longitud.
Pero estos canales no fueron lo suficientemente eficientes ni elegantes. Sólo hasta después que el gran Leonardo da Vinci, en el siglo XV, colocara algo de su magia. De esta manera embelleció el área y mejoró considerablemente su funcionamiento.
Fue gracias a da Vinci que los canales se convirtieron en reales canales de acceso hasta el centro de Milán. Conectó la ciudad con el resto del mundo. Así fue hasta que llegó el ferrocarril en el siglo XIX. Por lo que se convirtió en el nuevo transporte de carga con mayor protagonismo y utilidad.
Con la llegada del ferrocarril, los canales dejaron de tener relevancia. Y poco antes de 1930, la mayoría de los mismos fueron tapados. Actualmente, de toda la red de canales, hoy solo quedan dos, Naviglio Grande y Naviglio Pavesse.
Hoy en día los canales se encuentran inoperativos, pero aún forman parte de uno de los barrios más animados de Milán. Hay muchas opciones para divertirse, se encuentran locales que abren hasta altas horas de la noche, creando un gran ambiente. En algún momento, el diario The New York Times clasificó a Navigli como una de las 12 calles más hermosas del mundo.
Tanto Navigli Pavesse y Navigli Grande son dos ambientes diferentes, pero igual de hermosos. Naviglio Pavesse son calles más apacibles y menos concurridas. Ideal para aquellos enamorados de la Europa antigua, resultando una velada maravillosa.
Naviglio Grande se ha vuelto más popular entre los jóvenes, pues la vida nocturna es bastante concurrida. Cuenta con bares, restaurantes y hasta discotecas. Uno de las comunes actividades es el típico aperitivo.
Otros de los lugares a visitar para ir de compras es el Mercado Metropolitano con increíbles vinos y comida. También la Feria Sinigaglia ofreciendo muchos puestos en donde se puede comprar ropa y artesanía, así como gastronomía típica de Milán.
Lo principal para hacer en el lugar es comer, beber y divertirse. Para tomar una tranquila y relajante cena, lo mejor es hacer reservaciones en el restaurante deseado. Esto es debido a que el lugar es de alta demanda y los locales, con cupos limitados. Y sin ir muy lejos, los bares para tomar una copa son de los más famosos, buena música y cocteles de autor.
Para llegar a las calles Navigli Grande y Navigli Pavesse, se puede hacer mediante el autobús municipal, líneas 60 y 94.
O en metro y bajar en la parada de Porta Genova desde la línea 2.
Queda un poco retirado del centro de Milán, pero sin duda alguna, vale la pena conocer este lado de la ciudad.
Enamorado de los viajes y fotógrafo aficionado. Mi pasión es viajar, pero siempre acompañado de mi cámara. Como unión de estas dos cosas nació Viajeros por el Mundo!
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