El Palacio Real de París, también conocido como Palais Royal o Palacio Cardenal se encuentra al norte del Palacio del Louvre e incluye el palacio propiamente dicho, galerías, jardines y un teatro. Un lugar muy apetecible para el turista que llega a París y no sabe por dónde comenzar el recorrido.
Este hermoso complejo arquitectónico fue enviado a construir por el Cardenal Richelieu en el siglo XVII. Su edificación se realizó sobre un antiguo hotel de París y era la residencia del importante ministro y representante del catolicismo.
En la década siguiente a su construcción, tras la muerte del Cardenal, es donado a la corona francesa. De allí su conversión de Palacio Cardinal a Palacio Real, aunque en realidad fue muy poco utilizado como residencia de los reyes. Solo vivieron allí la reina regente Ana de Austria y Luis XIV niño.
En el siglo XVIII el arquitecto Victor Louis realizó una de las obras arquitectónicas fundamentales para dar vida al Palacio. Enmarcó los jardines a una serie de galerías que incluían cafés, restaurantes, salones para eventos y otros, abriendo las puertas a las interacciones sociales de los parisinos.
Fue a finales de este siglo que se convirtió en sede de instituciones políticas y artísticas. Años más tarde, tras el fracaso de Bonaparte de derribar el Palacio, el duque de Orleans adquirió edificios lindantes y se construyeron nuevas estancias. Asimismo, se remodeló el patio de honor y se dio inicio a la galería Orleans, destruida en el siglo siguiente. De este modo, se sucedieon las demoliciones y remodelaciones que permitieron ampliar la plaza y los jardines.
En la actualidad es sede del Consejo de Estado, el Consejo Constitucional y el Ministerio de Cultura con acceso denegado al público. Sin embargo, está permitido caminar por sus jardines y disfrutar de la arquitectura y la belleza del lugar.
El único permiso a turistas y civiles de París es el paseo por los jardines del Palacio Real. Un aire natural se respira en el verde que rodea una fuente escultural. Ideal para relajarse un momento, escapar al ruido de la ciudad, permanecer bajo uno de los maravillosos árboles y olvidar el ajetreo rutinario.
Una visita que permite conseguir fotografías coloridas y frescas en un ambiente armónico y cuidado. Quizá no es el más llamativo de los atractivos turísticos de París, pero tiene su propio encanto y no lleva mucho tiempo. A su alrededor, se encuentran una gran cantidad de locales comerciales de toda índole. Pues, si te apetecen las compras te sentirás muy a gusto recorriendo sus laterales.
El Palacio Royal está ubicado junto al Museo de Louvre, por lo que lo más común es que vayan a sus jardines los que salen de una visita cultural. Las líneas M1 y M7 del Metro llegan hasta la estación Palais Royal, un dato interesante para quienes disfrutan de la comodidad de los transportes públicos.
Enamorado de los viajes y fotógrafo aficionado. Mi pasión es viajar, pero siempre acompañado de mi cámara. Como unión de estas dos cosas nació Viajeros por el Mundo!
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