DIA 5 – YAZDA las 7.15 suena el despertador. Nos quedan muchas cosas por ver, así que hoy tenemos un día completito. A las 8.30 ya estamos en el coche con destino a Yazd.
Yazd es una ciudad que se encuentra en el extremo occidental del desierto y su arquitectura se ha adaptado perfectamente a los rigores del clima, pudiendo alcanzar máximas que superan los 40 grados en verano y mínimas de -8 en invierno.
Durante siglos fue parada obligada de las caravanas antes de adentrarse en el desierto. Los orígenes de esta ciudad parece que se debe a los elamitas aunque no está del todo claro.
Primero nos vamos a las
Torres del Silencio en las afueras de la ciudad. No es más que un cementerio de la época del zooratrismo. En dos colinas se alzan unas construcciones circulares y huecas por dentro. Era un lugar de inhumación; los cadáveres se dejaban a merced de los buitres y los huesos se arrojaban a un pozo situado dentro de estos edificios y se tapaba con cal viva (lo siento popu, pero de huesitos no queda nada)
Al entrar vemos un grupo numeroso de japoneses que nos apresuramos a adelantar. En si, el lugar no tiene nada, hacemos las fotos de rigor y justo llegan el grupo de “japos” y detrás la pareja que encontramos en el avión.


Siguiente parada:
El Templo de Zoorastro.
Es la sede de los zoorastrianos de Yazd y el centro más importante de los seguidores de esta creencia. Dentro está el fuego sagrado tras una cristalera y sus llamas llevan quemando sin interrupción desde el siglo V

Una curiosidad: sabéis que el zooratrismo es la primera religión monoteísta, de la que luego han bebido otras como el cristianismo, el judaísmo y el islam?? Pues yo no tenía ni idea. Adoran a Ahura Mazda, éste que os enseño en la foto y también aparece en grabados en Persépolis pero eso ya llegará


Son las 11, buena hora para acercarnos al bazar y callejear un poco. Al entrar nos choca que el 99% de las mujeres portan el chador, vaya….habíamos leido en una revista todo lo contrario y que las mujeres aquí llevaban pañuelos de colores, pues Myriam canta como una almeja con su pañuelo floreado

Posteriormente nos comenta nuestro conductor que Yazd es una ciudad muy santa y que por tanto, es normal que las mujeres lleven el chador.
El bazar no es nada del otro mundo, básicamente sector joyería y textil, nada de frutas ni menaje…….que lata. En media hora ya lo teníamos más que visto, así que nos vamos a callejear un poco más por la parte vieja de la ciudad. Nos metemos por callejones en los que estamos solos y no dejan de sorprendernos las torres de ventilación que se elevan por encima de las casas. La finalidad es retener el aire fresco, son algo así como un aire acondicionado pero sin necesidad de corriente eléctrica, está pero que muy bien pensado.






En esta plaza estaban grabando una película

Una panadería.....que rico....ya no se hace el pan así
Complejo Amir ChakmaqFormado por la puerta del bazar y una pequeña mezquita. Destaca su fachada y sus dos bonitos minaretes. El frontal revestido de azulejos azules y verdes. Se puede subir hasta el segundo nivel aunque no hay nada especial, salvo por las vistas a Yazd y sus torres de ventilación.




A las 13 horas nos vamos a comer y nuestro conductor nos recomienda un restaurante y nos acerca en coche, la verdad es que de nuevo acierta en la elección.

Después de comer nos vamos a la
Mezquita del Viernes. Casi toda su estructura es del siglo XIV y su pórtico es el más alto de Irán. Sus dos minaretes son majestuosos y también los más altos del país.
Es una mezquita realmente bonita y sus azulejos son muy bellos. Nos pasamos más de media hora observándolos detenidamente y de nuevos solos. El mihrab es también espectacular, nos ha encantado.
Una aclaración: el mihrab es el lugar donde deben mirar los fieles cuando oran, por supuesto siempre orientado hacia la Meca



Mihrab

Un señor que amablemente accedió a que le hiciera una foto

Luego nos vamos a pasear de nuevo por la parte vieja y llegamos al Mausoleo Seyyed Rokn od-Din. Al entrar al recinto nos extraña solo ver mujeres con su chador y no vemos ninguna otra entrada, así que optamos por no entrar. Nuestro conductor nos explicó que hay días especiales en que solo pueden entrar mujeres y el resto de días todos juntos.
Seguimos dando vueltas hasta dar con la Prisión de Alejandro Magno que nada tiene que ver con el edificio que mandó construir este general macedonio. Pagamos la entrada y la verdad hubiera sido mejor seguir callejeando pues no vale la pena.
Son las 5 y empieza a anochecer, así que nos metemos en una casa de te que como casi todas, son muy chulas y regreso al hotel. Al llegar una alegría, de nuevo estamos solos esta noche

P.D. Vaya matraca que os he metido hoy
