Como ya te comenté, fmanega, en mi opinión, Teherán no tiene mayor interés. Varios museos y el gran bazar no merecen perder un día, más cuando no dispones de mucho tiempo.
Yo te propongo adelantar tu salida de la capital y añadir un día más en Isfahan, una ciudad realmente magnífica, que merece ser recorrida con mucha tranquilidad ya que tiene atractivos más que suficientes como para estarse varios días.
Te comento cuatro cositas sobre tu itinerario recomendándote algún que otro sitio que no debes perderte , siempre y cuando tengas tiempo, claro:
1.- Tehran airport – Masouleh – Tehran.
Yo también llegué a Masouleh porque una viajera me lo recomendó y como sabes, no me defraudó. Es una jornada muy larga de coche, entre 4 y 5 horas (ida), con alguna paradita para estirar las piernas. Al salir del aeropuerto, al menos te ahorras los atascos del centro de Teherán.
En función de la hora que llegues, y si tienes tiempo, a la vuelta te propongo una parada en
Qazvin, ciudad por la que tienes que pasar y te llevará menos de una hora. Hay un par de sitios muy chulos: la mezquita del Viernes (es muy antigua, del siglo XII) y, sobre todo, el
Imanzadeh Hussein, apenas a 5 minutos andando.
Aquí hago un alto: no se si sabes que los imanzadeh son lugares muy sagrados, ya que guardan las tumbas de algún imán o algún familiar de éstos y no te puedes ir de Irán sin visitar alguno. En Shiraz te recomendaré un par más.
2.- Tehran – Isfahan
Qom es un lugar muy interesante, siempre y cuando puedas colarte. Yendo solo, lo tendrás más fácil. Nosotros no pudimos. El control suele ser bastante férreo ya que es un lugar muy sagrado para el chiísmo. Fíjate en lo que hace la gente y
palante o que tu guía te acompañe. A las malas, hacen una visita guiada, bastante cutre por cierto, pero no entrarás en los recintos, sobre todo en el
mausoleo de Fátima -preciosa su cúpula dorada- y que yo vi solo a través de unas cristaleras. Es un lugar con un ambiente fantástico, muchísima gente, en ocasiones hasta un poco agobiante, pero vale la pena ver este deambular de gente arriba y abajo

En este día te hago otra recomendación. Antes de llegar a Isfahan, un desvío te lleva por una carretera de montaña hasta
Abyaneh, otro maravilloso pueblo de montaña con casas construidas de adobe rojo y unos preciosos balcones de madera. Es el Albarracín de Irán. No se si te dará tiempo, ya que desde Tehran a Isfahan tienes una tirada de unos 460 km pero si puedes, no te lo pierdas, te encantará

3 y 4.- Isfahan
Esta maravillosa ciudad seguro que te marcará, ya me contarás. Su corazón es la plaza del Iman, con sus cuatro joyas que la circundan, la mezquita del Iman, la mezquita Loftollah, el palacio Ali Qapu y el gran bazar. Merece la pena dedicarle prácticamente todo el día.
La mezquita del Iman es una obra maestra de la arquitectura, es la más espectacular que he visto y probablemente veré nunca, me quedaría corto en calificativos

Perderse por el bazar es otro de los puntos fuertes de esta plaza. Justo a la izquierda de la entrada, en un primer piso al que se sube por unas escaleras estrechísimas, hay una casa de te donde te recomiendo te tomes uno en la terraza con unas vistas privilegiadas a la plaza.
Cerca del bazar hay otra casa de te muy curiosa y tremendamente recargada, con un ambiente mucho más iraní y donde te podrás fumar un narguile. Se llama
Azadegan Tea House, es muy curiosa.
La mezquita del Viernes, los puentes Sio Seh y Khaju, el palacio Chehel Sotun, el palacio Hasht Behesht son otros lugares que no puedes perderte.
Por supuesto, el barrio armenio, ejemplo de convivencia entre cristianos y musulmanes con su bonita Catedral Vank, es de visita obligada. Las pinturas son magníficas.
Si aún te queda tiempo, entra a chafardear un poco en el hotel Abbasi, un 5 estrellas cuya estructura era un antiguo caravasar.
Como ves, Isfahan da para mucho, por ello mi recomendación a que le añadas un día más.
5.- Isfahan – Yazd
6.- Yaz
A mi lo que más me gustó de Yazd fue perderme entre sus callejuelas de adobe, donde no encuentras a casi nadie. Allí verás muchas torres de viento o ventilación realmente espectaculares.
Por supuesto, la mezquita del Viernes, el complejo Amir Chakhmaq y el templo de Zoroastro son visitas obligadas.
Si te sobra tiempo, acércate a las Torres del Silencio donde se practicaban funerales celestes.
Para comer, te recomiendo
Hena Hanaye Sabz, un restaurante tradicional con una fuente en medio. Además de bonito, se come de cine.
7.- Yazd – Shiraz
Aquí poco a comentar, ya que de camino harás dos visitas, Pasargada y Persépolis así que no te quedará tiempo para nada más.
Pero si te sobra, a pocos kilómetros de Persépolis, se encuentra Naqsh-e-Rustam, una necrópolis con las tumbas de Jerjes, Artajerjes y Darío. Realmente es un lugar impresionante.
8.- Shiraz
Para mi fue la gran sorpresa de este viaje. Aunque me habían contando cosas positivas, no esperaba ni mucho menos que me gustase tanto esta ciudad que no desmerece para nada a Isfahan.
Aquí también, alguna recomendación:
Nassir-
ol-
Molk: una joya, no debes perdértela. Me dejó fascinado. No te digo nada más

Al ladito, se encuentra la Madrasa del Jam, muy chula y un poco más para allá, el Museo Narenjestan. Las tumbas de los poetas Hafez y Sa’di (son dos lugares diferentes) también son visitas obligatorias, así como la Ciudadela y la mezquita Vakil y, por supuesto, justo al lado, el bazar Vakil. Dentro del bazar, hay una casa de te muy chula, llamada Saray-e-Mehr.
Y dos recomendaciones también con mayúsculas:
-
Imanzadeh Ali-
efne-
Hafez: espectacular, con paredes y techos revestidos de cristales diminutos

-
Boghe-
ye Shah-
e Cheragh llamado también el
Sagrado Sepulcro de Ahmadi. En principio, solo se permite la entrada a musulmanes pero aquí es fácil colarse. Entra con la cámara escondida y no tendrás mayores problemas. Eso sí, hazlo cuando anochezca, casi te diría después de cenar, cuando está iluminada. También tiene mucho ambiente y como la anterior, en el interior recubierto de cristales. Es otra joya

Restaurantes: un par que me gustaron. Uno llamado
Dizzi Vakil, muy cerquita de la Mezquita Vakil y de la Ciudadela, con música en directo y muy buen ambiente. Recuerdo que el primer plato era buffet libre y escogías el segundo.
El otro es el restaurante
Shater Abbass. Prueba los kebabs, eran deliciosos. Ahhh, y uno de los mejores panes que he comido nunca.
Bueno, creo que al final se me ha ido un poco la pinza con las recomendaciones
