Este viaje lo realizamos en septiembre del 2003, y aunque al principio creíamos que muchos datos ya estaban olvidados, pero con un poco de paciencia y con la ayuda de las fotos y la guía de viaje que siempre nos preparamos, hemos recordado mucho mas de que esperabamos.
Los viajeros somos: Alfredo, Cati y Santi (que los asiduos del foro ya conociereis del viaje a Paris en verano), decir que Santi es de Melilla y vive allí; así que hasta allí nos fuimos en avión, para hacer un viaje a la aventura de 4 días por Marruecos en coche propio (un todo terreno claro), para Cati fue el primer viaje a Marruecos.
Vimos las capitales imperiales excepto Marrakech, ya sabemos que algunos quizá nos digan que nos perdimos la mejor, pero desde Melilla hay un montón de kilómetros y decidimos dejarlo para otra vez, 4 días no dan para muchos kimlómetros en Marruecos.
También deciros que la calidad de las fotos no es muy buena, pero la tecnología digital en el 2003 no era lo que ahora. Están echas con una Canon ixus v3.
Su moneda es el Dirjam marroqui , la equivalencia aproximada es 10 MAD = 1 € aproximadamente, se puede pagar en euros en casi todos los sitios, pero claro el cambio siempre es menos favorable para nosotros.
17 de septiembre de 2003 (FEZ)Salimos bien tempranito, para no pillar cola en la frontera y poder arreglar los papeles lo más rápido posible; y ya en la aduana tienes que armarte de paciencia, si en la ventanilla de sellar pasaportes no hay nadie, no hay que impacientarse, porque sino casi es peor.
Hay que rellenar el típico papel, de donde vienes, a donde vas, etc, que se suelen rellenar en los países árabes; mientras esperábamos nos liamos e insertamos la hoja esta en el pasaporte de otro, madre mía cuando el aduanero lo vio, vamos que nos echo la bronca.
Y por fin ya estamos en Marruecos, y nuestro primer destino era FEZ, el hotel de esta noche era el Ibis Moussafir, que era el único que habíamos reservado previamente. El hotel esta muy bien, recomendable totalmente por unos 40 € la doble, tiene hasta piscina que esta superlimpia y con césped superbien cuidado; y esta situada al lado de la estación de trenes, lo cual ayuda mucho para poder localizarlo.
Una cosa graciosa, es que en el folleto de Ibis ponía parking, pero el parking es en la calle con un tío que los cuida, a los que hay que pagarles la “tarifa oficial” es de 1 MAD por día.
Habíamos leído que no había que pillar los guías por la calle, y nada mas llegar uno que nos pregunta y le decimos que no; les comentamos a los del hotel que queremos uno en español, nos dicen que en español ya, que si queremos uno en frances y decidimos que bueno ya que no había otra cosa; así que llaman a uno que habla francés a ver si nos entendíamos con el, y cual es nuestra sorpresa cuando vemos entrar al que minutos antes nos había preguntado; eso sí, ahora con la chapita oficial de guía oficial de turismo, que antes no llevaba.
El hombre parecía bastante amable y chapurreaba algo de español, y con el algo de francés de Cati y las señas que son internacionales, nos entendíamos muy bien.
El tour que ofrecen son unos 30 € (creemos recordar que le pagamos eso con propina incluida), y consiste en 1 hora en tu propio coche donde el te lleva a los miradores de las afueras y 3 horas de visita por la medina.
Así que al coche y de ruta, vimos un par de puertas de la ciudad con parada incluida, y luego fuimos a un taller de cerámica, donde por una vez, aunque fuera una visita trampa de estas para que compres, no nos sentimos estafados.
Panoramica de la ciudad de Fez:

La visita era a una alfarería, al llegar allí te daba la explicación un guía de la fabrica, pero estaba muy bien, desde lo típico de cómo se hacen las cosas con el torno, hasta el horno, el secado, el tallado del azulejo para esos mosaicos tan bonitos que tienen por todas partes; eso si, acabas en la tienda, pero la explicación fue muy pero que muy completa.
Después al coche, para llegar a un parking y dejarlo allí, y en cuestión de segundos fue una de las cosas que más nos ha impactado en esta vida, entrar en la Medina fue como un viaje en el tiempo, como entrar en la edad media. Las sensaciones en aquellos momentos sin difíciles de describir.
Una de las primeras imágenes al entrar en la medina, el que se ve en la foto es nuestro guía:

Desde ver la cantidad de burros, que es el medio de transporte (además del humano) de la medina (porque un caballo en algunos sitios no cabria), hasta los callejones artesanales, las carnicerías con todo al aire. No creemos que las fotos hagan justicia a lo que nuestros ojos vieron. Lo mas espectacular es el mirador sobre los tintadores-curtidores, que según el viento que sople a veces no se puede estar porque el olor es nauseabundo, ya que para el que no lo sepa, se blanquea con excrementos de paloma; los que trabajan allí, están hasta la cintura ademas impregnados cada uno con el color en el que están metidos, imaginar que curro.
El famoso balcón de los tintadores:

Le preguntamos para comer y nos llevo a un sitio, él se espero a que nos trajeran la carta, nos preguntó si nos gustaba, y al decirle que si, nos dijo que en 1 hora volvería; nosotros pensábamos que nos tocaba invitarle, pero se ve que al ser un guía oficial no; y además al llevar el una chapita de guía oficial, nadie nos molesto, ni para preguntarnos ni vendernos algo que suele ser lo normal.
El restaurante donde comimos:

La comida, colorida como suele ser lo normal en estos paises:

Bueno pues pasada la hora volvió, para continuar un poco mas con la vista
Dentro de la medina callejeamos con el guía mientras nos comentaba lo que íbamos viendo, en la visita también te llevan a una tienda de alfombras, vimos unos telares, la calle de los herreros, una tienda de ropa donde nos disfrazaron y nos reímos un montón.
La calle de los herreros:

Es para reirse o no es para reirse:

Y ya de nuevo al coche, para llevarnos a otro mirador, y ya de vuelta al hotel, donde nos dejaba y cobraba sus servicios; la verdad es que quedamos contentos con el, ya que a pesar de no hablar español hizo lo posible para que le entendiéramos.
El día había sito intenso, así que tocaba chapuzón en la piscina (el agua estaba fría, fría) y luego como no una cervecita.
Por la noche fuimos aun espectáculo para guiris pero que estaba bastante bien, era la historia de la ciudad en pantallas de agua y sobre un muro de piedra, con toda la ciudad bajo, con sus minúsculas lucecitas, nos gustó mucho la panorámica.
Fuimos en taxi y concertamos la vuelta con el mismo taxista, y cuando salimos allí estaba para llevarnos de vuelta al hotel.
Al llegar al hotel no nos apetecía ir a dormir así que pensamos en ir a dar una vuelta, para lo cual había que coger o un taxi o nuestro coche; y después de haber ido en un taxi que parecía que se iba a desmontar, sin luces y con una manera de conducir que a nosotros nos parece suicida, optamos por salir con nuestro todo terreno, donde ibamos ir mucho mas tranquilos.
Simplemente callejeamos en un barrio donde había bastante gente, hombres en los bares, tiendas abiertas, etc.
Y ya tras el paseíto al hotel, el día había sido de lo mas espectacular, posiblemente uno de los mas impactantes en nuestra vida, después de ver esa medina, las siguientes ya no nos sorprenderían en absoluto.