DIA 23 – GONDARGondar es una ciudad que se encuentra a los pies de las montañas Simien y fue fundada por el emperador
Fasilidas (1632-1667). La construcción de castillos, baños, iglesias... que permanecen muy bien conservados, evidencian casi un siglo de esplendor
Gondar poseía una posición privilegiada no sólo por sus recursos naturales, sino principalmente, por su estratégica situación. A la ciudad llegaban, por un lado, mercancías procedentes del valle del Nilo (oro y esclavos) y les daba salida hacia el exterior, el mar Rojo.
Por otra parte, una ruta comercial fue adquiriendo importancia al conectar Etiopía con Egipto a través de Sudán.
Tres soberanos, Fasilidas, Yohannes I e Iyassu I, marcaron el esplendor de la época gondariana. Arquitectura, literatura, música y pintura adquirieron aquí una enorme importancia.
La decadencia de Gondar se produjo cuando el rey Tewodros II trasladó la sede del gobierno a Debre Tabor y, posteriormente, la ciudad fue saqueada por los mahdistas sudaneses durante el siglo XIX y, por último, ocupada por las tropas nazis italianas en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial, que la utilizaron como base de operaciones. Algunos de sus edificios históricos resultaron dañados por el bombardeo de las Fuerzas Aéreas británicas durante la campaña de liberación.
La ciudad de Gondar extrajo su nombre de la palabra “
gon” (grande) y “
dar” (ciudad), es decir, “
Ciudad grande” y también se la conoce como el “
Camelot de África” por su espectacular conjunto de castillos de estilo medieval que todavía hoy permanecen en pie.
Después de desayunar y de contemplar las vistas desde la terraza de nuestro hotel, situado en un promontorio sobre la ciudad de Gondar, bajamos caminando hasta el centro, lo que nos llevó unos 20 minutos.
La ciudad tiene muchos puntos de interés y empezamos por la visita de la
Iglesia de Debre Birhan Selassie, que significa
Monte de la luz de la Trinidad (entrada: 25 birr).
Es la única iglesia que se libró de los ataques mahdistas sudaneses. Construida por el soberano Iyassu I, es de forma rectangular y se encuentra dentro de un jardín muy bonito.
En el interior destacan sus frescos en paredes y techos, bastante bien conservados. Son realmente asombrosos. Las paredes reflejan sucesos bíblicos relativos a la vida de Jesús, de la Virgen María, la Santísima Trinidad y del propio Iyassu I. Lo que sin duda más destaca es el techo, cubierto por las caras de ángeles alados, en total 88 querubines (el número 88 simboliza el infinito). Como curiosidad, estos ángeles son la portada de la revista Altair dedicada a Etiopía.

Iglesia de Debre Birhan Selassie










A continuación, visitamos el
Recinto Real (entrada: 50 birr que además permite la entrada a los baños del emperador Fasilidas) donde se encuentran seis castillos y edificios auxiliares del siglo XVII, construidos por el emperador Fasilidas, así como por sus hijos y nietos.
Todo el recinto, que abarca nada menos que unos 70.000 m², está rodeado por un muro y entre todos los castillos, destaca poderosamente el
castillo de Fasilidas que, además, es también el más antiguo. Construido en 1640, es una estructura de tres plantas y planta cuadrada.
La estructura principal está flanqueada por cuatro torres en cada esquina, rematados con una sencilla cúpula. El primer piso estaba destinado a la oración y celebraciones religiosas, en el segundo piso estaban los dormitorios y en el tercero, una azotea.





Al lado se encuentra el
Archivo Real y al noroeste el
castillo de Iyassu I, nieto de Fasilidas. Esta fortaleza, de planta rectangular, cuenta con tres torres y fue destruido parcialmente por un terremoto a principios del siglo XVIII y por un bombardeo británico durante la Segunda Guerra Mundia. En su día estaba embellecido con adornos de marfil, oro, piedras preciosas y pinturas.
Otros castillos son el de
Bakaffa (sólo puede visitarse lo que era el gran comedor de gala) y el
castillo de la emperatriz Mentewab.







Comida en el hotel Quara, recomendable por su situación y su terraza en el primer piso. A las 14:30 visitamos los
baños del emperador Fasilidas, en las afueras de la ciudad y en un lugar muy tranquilo, rodeado de árboles, algunos de los cuales montan sus raíces en los muros, lo que nos hizo recordar al famoso templo de Ta Prohm, en Camboya. Lo mandó construir el emperador Fasilidas para confirmar su cristianismo ortodoxo ya que allí se celebraban ceremonias religiosas el día de la Epifanía.
Se trata de una gran piscina con un edificio de dos plantas en su interior y rodeado de un muro. La piscina se llena cuando se acerca el día de la Epifanía.
Hoy en día se sigue celebrando aquí el día de la Epifanía que en Etiopía es el 19 de enero. Un día antes, se traen a este recinto siete
tabots (siete replicas del Arca de la Alianza) y el 19 de enero desde las 3:30 hasta las 7:30 se hace una misa oficiada por un obispo a la que asisten miles de fieles. Acabada la misa, se lanzan al agua en una especie de bautismo masivo. Desde luego, si alguien tiene intención de visitar Etiopía y puede elegir fechas, hacerlo coincidir con la fiesta de la Epifanía (
Timkat) en Gindar, tiene que ser inolvidable.







Después, estuvimos callejeando por la ciudad. Nos llamó mucho la atención los andamios de madera. De vuelta al hotel, nos dimos cuenta que nuestra calle estaba llena de clubs.



Curioso nombre para un club 
