DIA 20 – LALIBELA - AXUMAxum es una ciudad situada en el norte de Etiopía y muy cercana a la frontera con Eritrea. Se dice que en Axum nace la historia de Etiopía. La civilización de Axum tiene su origen en el contacto entre pueblos semitas procedentes del sur de Arabia (actual Yemen) y la población autóctona de origen camita que poblaba la región. Nos situamos en el primer milenio antes de Cristo.
El
reino de Axum se extendió desde los inicios de la era cristiana (siglo I) hasta el siglo VIII abarcando desde Eritrea hasta el norte de Etiopía y regiones del sur de Sudán y del Yemen. Como curiosidad, fue el primer estado africano en acuñar moneda.
En el siglo IV y bajo el mandato del
rey Ezana, el reino de Axum se convirtió al cristianismo. Ezana fue el primer gobernante axumita y africano que abrazó el cristianismo y Axum fue el primer estado en acuñar la cruz en las monedas.
Varios rasgos definen al reino axumita: la escritura ge’ez, la primera lengua escrita de Etiopía que en el siglo V sustituyó al griego en la liturgia y la construcción durante los siglos III y IV de estelas o monolitos de grandes dimensiones así como templos, tumbas y palacios.
Después de desayunar, nos dirigimos hasta el aeropuerto para coger un vuelo hasta Axum, que sale puntualmente a las 10 horas y en 40 minutos nos deja en Axum.
Nuestro hotel está situado en un promontorio con muy buenas vistas a la ciudad. Axum se divide en un parte vieja y otra nueva. Esta parte nueva está toda asfaltada, con una gran avenida y aceras con tiendas a ambos lados. En realidad, no parece una ciudad africana, quizá queriéndonos recordar su glorioso pasado.
Axum no es una ciudad turística a pesar de haber sido catalogada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1980 y contar con unos yacimientos realmente interesantes.
Tumba de Gebre Meskal: En las afueras de la ciudad, se encuentra la tumba del emperador Kaleb y su hijo Gebre Meskal. En la cámara mortuoria pueden verse aún tres ataúdes, los de los anteriores y el hermano de Kalaeb. Una de las tumbas presenta una cruz bizantina.

Ruinas del palacio de la reina de Saba: En realidad, la reina de Saba era etíope y se llamaba
Makeda. La historia de Axum comenzó hace unos 3000 años cuando la mítica reina de Saba o Makeda, gobernaba esta tierra y el Yemen en el siglo X antes de Cristo.
La reina Makeda, deseosa de conocer Jerusalén y la gloria y sabiduría del rey Salomón, organizó una caravana con 800 camellos cargados de obsequios.
El rey Salomón la recibió con honores y quedó prendado de su belleza y le tendió una trampa para seducirla. Organizó un banquete en su honor en el que se sirvieron platos muy salados y picantes pero sin ofrecerle jarras de agua. Finalizado el mismo, la invitó a pasar la noche en su palacio. La reina de Saba, viendo sus intenciones, le puso como condición que aceptaba siempre que no tomara nada de ella sin su expresa voluntad. El soberano asintió pero también expuso una condición, que ella no podía tomar nada de su palacio sin su permiso; si esto sucedía el pacto entre ambos se rompería.
El rey Salomón ordenó que preparasen 2 camas separadas por un lienzo transparente y puso a su lado unas jarras de agua. La reina Makeda, sedienta en mitad de la noche, penetró en la estancia del monarca y bebió. El pacto se deshizo y Salomón y la reina de Saba yacieron juntos. De su unión nació un hijo, Menelik y con él se inició la dinastía salomónica etíope.
Cuando el joven Menelik se hizo mayor partió de Axum hacia Jerusalén con el deseo de conocer a su padre. Éste lo reconoció como hijo suyo y rey de Etiopía.
Menelik regreso a Aksum llevándose consigo el Arca de la Alianza con lo que el pueblo etíope pasaba a ser el pueblo elegido por Dios.
Actualmente, se dice que el Arca de la Alianza se encuentra depositada en la iglesia de Nuestra Señora de Sion, en Axum. Nadie puede entrar en este santasantórum, ni tan siquiera los reyes, sólo un monje guardián. Según la tradición, si alguien osa penetrar en este sagrado recinto, el Arca se tornará invisible y descargará sobre él todo su poder.
La reina de Saba tenía otros dos palacios más, uno muy cerca de éste y otro en el actual Yemen. Queda muy poca cosa en pie y los muros están parcialmente reconstruidos. Se ve la ubicación de lo que en su día fue el trono, los baños de la reina y la cocina.



Después de comer en el restaurante del Hotel Remhay continuamos las visitas por la “
Ruta Histórica”. Primero, la
inscripción de Ezana, de gran importancia histórica. Se trata de una piedra con grabados en tres idiomas (sabeo, ge’ez y griego) del siglo IV, que fue encontrada por un granjero en muy buen estado de conservación para conmemorar las victorias del rey Ezana, primer rey etíope que se convirtió al cristianismo.


Seguidamente, la
necrópolis, más conocida como
Parque de las Estelas. Son unos obeliscos gigantes con inscripciones y que se erigían en honor a monarcas y familiares. Todos son de la era precristiana y de los 7 obeliscos levantados en la antigüedad, solo quedan dos en pie, uno de ellos se aguanta gracias a una grúa. El más grande de todos (33 metros y 500 toneladas) y de una sola pieza, se encuentra caído.



Justo al lado de los obeliscos, se encuentra la
tumba de Armah, primer rey de Axum.
Los axumitas no sólo utilizaban mortero para fijar los grandes bloques de piedra, sino también grapas de hierro.




Ya estaba casi anocheciendo y corriendo nos acercamos hasta la
iglesia de Santa Maria de Zion, de 1965. Al lado está la antigua iglesia donde dicen se custodia el Arca de la Alianza.

En la iglesia nueva no permiten la entrada a mujeres. Ni tan siquiera dejan fotografiar sin pagar el ticket correspondiente, así que nos dimos una vuelta por los alrededores y nos volvimos al hotel.